¿Qué es el gas radón?
El Radón es un gas radioactivo que se produce de forma natural como consecuencia de la desintegración del Uranio que se encuentra en el suelo, en especial en suelos de granito, pizarra, esquisto y basalto. El radón no tiene sabor ni color ni olor, por lo que no lo detectamos en nuestro día a día.
Al ser gaseoso sale del suelo y se introduce en el interior de los recintos cerrados por rendijas, huecos, poros,... Ya en al interior, el radón al desintegrarse en sus descendientes de vida corta, como son
218Polonio y
214Polonio, emite partículas alfa que son muy energéticas. Si inhalamos el aire que contiene estos descendientes durante años, aumentamos el riesgo de recibir radiación alfa y de padecer cáncer de pulmón. Por cada incremento en 100 Bq/m
3 de radiación, estamos aumentado un 16% el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
¿Cuáles son los efectos del radón para la salud?
El radón es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco.
El radón es responsable de más de 1.000 muertes al año por cáncer de pulmón en España según lo apuntado por la Asociación Española de Oncología Médica, provocando incluso más muertes que las que producen los accidentes de tráfico.
La relación dosis-respuesta es lineal, por lo que el riesgo de cáncer de pulmón aumenta de manera proporcional al aumento de la exposición al gas radón. A más concentración de Radón mayor probabilidad de padecer cáncer de pulmón.
¿Cómo medir el gas Radón?
En centro laborales se debe utilizar la metodología establecida por el RD 1029/2022 que consiste en colocar unos detectores de trazas nucleares para medir el radón en los lugares que quieren muestrearse durante 3 meses para así obtener una medida integrada (larga duración).
En viviendas, por el contrario, es más práctico realizar mediciones de radón con detectores electrónicos de menor duración para un chequeo inicial que pueden ser utilizados en múltiples ocasiones y permiten comprobar la efectividad de las medidas de remediación.
¿Cómo se introduce el radón en el interior de edificios?
La concentración de radón en una vivienda depende de:
- La cantidad de uranio que contienen las rocas y el terreno del subsuelo.
- Las vías que el radón encuentra para filtrarse en las viviendas.
- La tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior, que depende fundamentalmente del tipo de construcción, los hábitos de ventilación de sus habitantes y la estanqueidad del edificio.
El Radón se filtra en las casas a través de grietas en los suelos o en la unión del piso con las paredes, espacios alrededor de las tuberías o cables, pequeños poros que presentan las paredes construidas con fábrica de ladrillo u hormigón, o por los sumideros y desagües. Por lo general, el radón suele alcanzar concentraciones más elevadas en los sótanos, bodegas y espacios habitables que están en contacto directo con el terreno.
Las concentraciones de radón varían entre casas adyacentes, y dentro de una misma casa, de un día para otro o, incluso, de una hora para otra. La concentración de radón en las viviendas puede medirse de un modo sencillo y económico. Debido a esas fluctuaciones, es preferible calcular la concentración media anual en el aire de interiores, midiendo las concentraciones de radón al menos durante tres meses, evitando el periodo estival.
¿Cómo reducir la concentración de radón?
Existen métodos probados, duraderos y costo-eficaces para prevenir la filtración de radón en edificios de nueva construcción y reducir su concentración en los existentes.
Al construir un edificio, hay que tener en cuenta la prevención de la exposición al radón, sobre todo en zonas geológicas con alta concentración de este gas.
Las concentraciones de radón en las viviendas existentes pueden reducirse del modo siguiente:
- Mejorando la ventilación del forjado inferior.
- Instalando un sistema de extracción mecánica del radón en el sótano, bajo el forjado inferior o bajo la solera de la planta baja.
- Instalando un intercambiador de calor que renueve el aire interior con radón.
- Sellando el suelo y las paredes.
- Mejorando la ventilación de la vivienda.
¿Hay radón en el agua?
El agua potable que proviene de fuentes subterráneas como manantiales o pozos, normalmente tienen concentraciones mucho más altas de radón que el agua de superficie de ríos y embalses.
El radón que está disuelto en el agua potable puede pasar al aire de los espacios interiores.
A su vez, existen balnearios en España en donde con carácter lúdico se puede disfrutar del agua que tiene una alta concentración de radón ocasionalmente sin riesgo para la salud.